jueves, 23 de julio de 2009
Bullying en las Escuelas en Querétaro

PROBLEMAS DE RELACIÓN Y CONDUCTAS AGRESIVAS EN CONTEXTOS EDUCATIVOS. EL BULLING
¿Qué entendemos por conducta agresiva?, ¿Significa lo mismo para un profesor X que para otro Y?, ¿Los alumnos, lo interpretan del mismo modo que los profesores? Una misma situación, ¿provoca idéntica reacción de rechazo en unos y otros?
Un primer planteamiento parte de entender por qué somos violentos. Los estudios empíricos sugieren que, en aquellos sujetos que llamamos agresivos, existe un cierto grado de estabilidad en la tendencia a mostrarse así con independencia del lugar y del momento.
Además parece evidente que existen aspectos de la conducta agresiva asociados a los diferentes momentos evolutivos del sujeto; incluso a factores biológicos, y de personalidad. Pero cabe destacar el papel que juega el entorno social. El modelo social que proporciona la familia, el apoyo o rechazo que experimenta cada individuo en su grupo de iguales, la red de relaciones que se genera en cada grupo social, ejerce una influencia directa sobre el comportamiento, de manera que el grupo, en gran medida, favorece y refuerza este tipo de conductas. Si entendemos la dinámica agresión-intimidacación como un tipo de relación social, la intervención debe iniciarse con el análisis de la situación grupal, y los programas deben ajustarse a la situación específica en que se sitúan los protagonistas.
¿Qué entendemos por conducta agresiva?, ¿Significa lo mismo para un profesor X que para otro Y?, ¿Los alumnos, lo interpretan del mismo modo que los profesores? Una misma situación, ¿provoca idéntica reacción de rechazo en unos y otros?
Un primer planteamiento parte de entender por qué somos violentos. Los estudios empíricos sugieren que, en aquellos sujetos que llamamos agresivos, existe un cierto grado de estabilidad en la tendencia a mostrarse así con independencia del lugar y del momento.
Además parece evidente que existen aspectos de la conducta agresiva asociados a los diferentes momentos evolutivos del sujeto; incluso a factores biológicos, y de personalidad. Pero cabe destacar el papel que juega el entorno social. El modelo social que proporciona la familia, el apoyo o rechazo que experimenta cada individuo en su grupo de iguales, la red de relaciones que se genera en cada grupo social, ejerce una influencia directa sobre el comportamiento, de manera que el grupo, en gran medida, favorece y refuerza este tipo de conductas. Si entendemos la dinámica agresión-intimidacación como un tipo de relación social, la intervención debe iniciarse con el análisis de la situación grupal, y los programas deben ajustarse a la situación específica en que se sitúan los protagonistas.

Suscribirse a:
Entradas (Atom)